Bueno, vengo a contar mi anécdota xD
Antes de la pandemia trabajaba en una librería/imprenta, y un día (meses o un año después) me habla el dueño para avisarme que una clienta conocida quería hacer etiquetas para unos potes. La cuestión es que como no tenían un centímetro allá en la librería, lo miden con regla y el dueño le dice a la señora que lo mida bien con el centímetro para después pasarme las medidas.
La cuestión es que la clienta nunca hizo eso, si no que me pasó las medidas hechas con regla, por lo que a la hora de armar la etiqueta e imprimir, estaba mal hecho. La señora se enojó conmigo por haberle “hecho mal las cosas”, pero después de verificar mil veces de que hubiera usado las medidas que me dijo, al final nos dimos cuenta de que nunca medió con el centímetro el pote, entonces con las medidas correctas se lo volví a armar.
Y pensarán que ahí quedó la cosa, pero no. Cuando las imprimió de vuelta, me volvió a bardear diciendo que se lo había hecho mal, cuando corroboré otras mil veces que todo estuviera en orden, y hasta me pasó una foto del frasco junto a las etiquetas ya impresas, y obviamente así no se van a ver bien.
Al final cortó las etiquetas como correspondía y resultaba que sí estaban bien. Lo peor fue que después se hacía la buena y jamás me pidió disculpas por la forma en que me trató, así que decidí no volver a hacerle ningún diseño si ella se llegaba a contactar de vuelta.
¡No se dejen maltratar por nadie, chicas!